Escobar regresa
Escrito por Juan Bautista el 20/08/2015
Cuando se trata de los barones del narcotráfico, Pablo Escobar no tiene igual. Pasadas más de dos décadas desde su muerte, sus enormes riquezas, su megalomanía, su violencia implacable aun fascinan a públicos y audiencias como lo demuestra la expectativa que ha despertado la serie de Netflix “Narcos”, de inminente estreno, sobre el capo.
La serie biográfica promete presentar un retrato auténtico de Escobar, de manera que era lógico que el director y productor ejecutivo brasileño Jose Padilha optara por filmar los 10 episodios en Medellín, la capital mundial del asesinato durante el apogeo de Escobar en los 80.
Filmar la serie en Medellín habría sido inconcebible hace pocos años, cuando los colombianos aún culpaban a Escobar por volver inseparable la palabra narcotráfico de Colombia. Pero a medida que se desvanecen los recuerdos y la tasa de homicidios cae a su nivel más bajo en décadas en la ciudad, los colombianos han empezado a ver con más desapasionamiento su violento pasado. Tanto es así que el presidente Juan Manuel Santos, amante del cine, aceptó aportar los dos millones de dólares a la producción para que Netflix pudiera filmar en el país.
La serie que debuta el 28 de agosto se basa en el relato de Steve Murphy y Javier Peña, agentes ahora retirados de la oficina antidroga estadounidense DEA, y a quienes se les encargó poner fin al reinado del capo. Es uno de varios proyectos que ha revivido el interés por el capo difunto, denominado el “Rey de la Cocaína”. El año pasado Benicio del Toro protagonizó la película “Escobar: Paradise Lost”. Hay al menos dos películas más sobre Escobar en desarrollo, dado que aún perduran las susceptibilidades por la mala imagen que Colombia le debe a Escobar.
(+) EXHOTACIÓN DEL PRESIDENTE
El presidente Juan Manuel Santos exhortó a Claudia Triana, jefe de la agencia de promoción cinematográfica Proimágenes, a que no presente una imagen romántica de un criminal que se presentaba como un Robin Hood colombiano a pesar de ordenar miles de asesinatos, desde candidatos presidenciales a los pasajeros de un avión comercial, donde hizo colocar una bomba. Aunque algunos funcionarios temían que la serie presentara una imagen negativa del país, Triana dijo que la resistencia a hacer películas sobre la historia violenta del país ha cedido, gracias en parte a las popularísimas “narconovelas”.
El congresista Rodrigo Lara expresó dudas de que una serie que intenta atraer al público con avisos que dicen en inglés, “No hay mejor que negocio que la coca”, pueda ser un retrato fiel de la compleja historia colombiana.
“Cuando se toman hechos reales y se convierte para televisión, siempre va primar la necesidad de entretener y enganchar la audiencia”, dijo Lara, hijo de un ministro de Justicia asesinado por los sicarios de Escobar en 1984.