Carlos Vives protagonizó la noche del sábado un reencuentro con los dominicanos que él mismo calificó de increíble, a casa llena, subido en su bicicleta, paseándose por sus temas más emblemáticos paridos en “la tierra del olvido” y protagonizando con vallenato una gran fiesta en el país de la bachata y el merengue.
El show artístico inició a las 9:00 de la noche como estaba pautado en el anfiteatro Altos de Chavón. Luces apagadas, celulares listos para grabar el encuentro, mientras los músicos subían y la energía de los invitados a la fiesta se encendía. Para minutos después subir al escenario el anfitrión a ritmo de su canción «Ella».
Vestido de negro, acompañado de sus 12 músicos y una variedad de instrumentos, Carlos Vives puso a bailar y cantar a todos, transmitiendo pura energía desde que subió al escenario de piedras.
“Quiero aprovechar y saludar a mis hermanos colombianos, que nunca me abandonan. Se han encargado de llevar nuestra música a todas partes. Me encanta que logremos eso, que nos conozcan, que nos quieran como lo han hecho en este país”, expresó minutos después de haber saludado a la audiencia.
Sin cantar en RD desde el huracán George
Con más de una década sin presentarse en el país, era natural que los recuerdos llegaran a su mente, para así contar anécdotas de su primera visita a República Dominicana en el año 1998, luego del huracán George.
Algunos de los temas que formaron parte del repertorio, compuesto por alrededor de 20 canciones, fueron: «Pa’ Mayté», «La gota fría», «El amor de mi tierra», «Tu amor eterno», «La tierra del olvido», «El mar de tus ojos», «La foto de los dos», entre otras.
Entre sus canciones más esperadas y coreadas al unísono estuvieron: «Dejame entrar», «Fruta fresca», «Ella es mi fiesta», «Bailar contigo» y «Nota de amor».
Pero sin duda, la más especial de todas fue «Volver a nacer» o como también es conocida «Quiero casarme contigo», convirtiéndose en el momento perfecto para la complicidad del amor y la música, logrando que una pareja de jóvenes se comprometiera justo cuando sonaban las letras «quiero casarme contigo, quedarme a tu lado, ser el bendecido por tu amor».
Uno de los momentos especiales de la noche fue cuando Vives interpretó su tema «Quiero verte sonreír», dedicado a los niños de «Fundación Mir», que es una organización sin fines de lucro que trabaja para educar a los niños de escasos recursos del área de La Romana.
Su conexión
El cantautor colombiano conectó con el público de la manera más especial, a pesar del largo tiempo que tenía sin presentarse, y convirtió la noche del sábado en una verdadera «fiesta de todos», que contó con los sabores de Brugal como acompañantes de estos ritmos del vallenato y sus fusiones latinas.
El artista, de 55 años, no paró de recorrer el escenario, contar anécdotas, patear una pelota de fútbol que luego lanzo al público, acercarse para las ´selfies´, recoger detalles, una gorra entre ellos, hacer referencia al perico ripiao´ y disfrutar en cada entrega con visible entusiasmo de los ritmos caribeños que lleva más de 30 años interpretando.
“Gracias a mi gente de toda esta isla por siempre apoyarme pero sobretodo, por no olvidarme”, dijo al despedirse.
Desapareció del escenario y tras los acordes que indicaban que el resultado de su junte con Shakira era lo siguiente, Carlos Vives apareció en el escenario montando una bicicleta sobre la cual interpretó el tema que cuando escribió llamó “Vallenato desesperado”.
En la mañana del domingo, Vives publicó en Instagram una imagen del escenario repleto con un mensaje de agradecimiento: “Gracias a mis hermanos dominicanos por este regreso increíble y por su generosidad con los aplausos”.