el remedio de Ed Sheeran para superar el bullying en su juventud
Escrito por latidos el 25/03/2019
«Odiaba la primaria con toda mi alma… lloraba todos los días porque siempre se metían conmigo y me molestaban por ser pelirrojo. Además, tartamudeaba un poco y tenía que llevar unas gafas enormes. Eso me hacía raro y distinto en relación con los demás», expresó el cantante.
A sus 28 años y convertido en uno de los rostros más reconocibles y queridos de la escena musical, el cantante Ed Sheeran podría presumir abiertamente del sinfín de éxitos que ha venido acumulando en el terreno profesional y económico, sin olvidar la sólida vida matrimonial que comparte junto a su esposa Cherry Seaborn, su amor de juventud.
Sin embargo, en su última intervención el cantautor inglés rememoró la situación de acoso que solía sufrir durante sus años en el colegio y a cuenta de una serie de rasgos físicos que, simplemente, lo hacían relativamente diferente a sus compañeros de clase, como el mero hecho de ser pelirrojo o el de tener que llevar unas «gafas enormes» en todo momento.
«Odiaba la primaria con toda mi alma… lloraba todos los días porque siempre se metían conmigo y me molestaban por ser pelirrojo. Además, tartamudeaba un poco y tenía que llevar unas gafas enormes. Eso me hacía raro y distinto en relación con los demás», expresó el intérprete a su paso por el evento ‘Love Music Hate Racism’, organizado por varios artistas británicos para luchar contra las actitudes racistas y discriminatorias.
Una de las principales vías de escape con las que contaba en su momento el joven intérprete para desconectar de las preocupaciones es la que terminó por consolidarlo como una de las celebridades más poderosas y respetadas del mundo del espectáculo: la composición musical, a la que acredita como la fuente de confianza y seguridad en sí mismo que le llevó finalmente a aceptarse tal y como era.
«Antes de que me diera por tocar la guitarra, no hacía prácticamente nada al margen de la escuela. Iba a un colegio en el que todo el mundo hacía deporte, pero a mí no se me daba bien ninguno. Y ser bueno en un deporte, por ejemplo el fútbol, era de esas cosas que te hacían ser popular. Cuando me di cuenta, así de repente, de que se me daba bien la música, me quedé sorprendido y me dije: ‘Pues al menos soy bueno en algo'», recordó en la misma conversación.