Desde su cambio de look Katy Perry ve la vida de otra manera
Escrito por Juan Bautista el 11/08/2017
Recurriendo a una fórmula tan vieja como efectiva en la industria discográfica, y que ya ha utilizado hasta la saciedad la incombustible Madonna, antes del lanzamiento de su último disco Katy Perry decidió dar un giro radical a su imagen para reflejar el profundo cambio que había experimentado tanto a nivel personal como musical, y que se traducía en su intención de abrazar un estilo y unas letras más reivindicativas y comprometidas políticamente.
Además de deshacerse de sus sujetadores en forma de cono, la cantante también dijo adiós en marzo a su larga cabellera oscura para sustituirla, primero por una media melena color ceniza y, apenas un mes después, por un atrevido corte pixie rubio platino del que aún no se ha cansado.
«Todo es más divertido con el pelo corto. Puedo levantarme de la cama y salir por la puerta. Ahora me siento mucho más liberada con este corte», asegura en una entrevista a W magazine antes de ponerse seria y entrar a explicar cómo su peinado refleja su nueva mentalidad. «En general, siento que he dado un giro de 360 grados para liberarme, es decir, del todo. No volvería a los veintitantos por nada del mundo. Para llegar a este punto he tenido que trabajar mucho, en mi corazón, mi alma, mi mente y mi cuerpo. Pero desde que lo hecho han empezado a resurgir muchas cosas bonitas».
En el buen momento vital en que se encuentra, lo último que le preocupa a la artista es hacerse mayor, especialmente si cumplir un año más le permite reunir a todos sus amigos para celebrarlo con una velada por todo lo alto.
«¡Me encantan las fiestas de cumpleaños! Aprovecho ese día como excusa para hacer una fiesta por todo lo alto. Para mi 32 cumpleaños, hicimos una fiesta temática ambientada en los años 50. Fue la noche antes de Halloween, que cae muy cerca de mi cumpleaños, y todo el mundo se puso triste después de que la fiesta se acabara. He oído a mucha gente decir que ha sido una de las mejores noches de sus vidas», afirma no sin cierto orgullo.