¡Bomba mi hermano!
Escrito por latidos el 08/10/2018
Lo acontecido con los Hermanos Rosario en el Palacio de los Deportes es para celebrar. No sólo por sus 40 años en el merengue y lo bien producido del espectáculo, sino por el aliciente que este triunfo significa para un ritmo que en los últimos tiempos ha sido puesto en jaque por la música urbana, ignorado por programadores de emisoras, abandonado por muchos de sus propios protagonistas y muchas veces ajeno a las nuevas generaciones.
“La dinastía Rosario 40 años”, bajo la producción de Alberto Zayas y el impulso empresarial de César Suárez Jr., concitó un formidable apoyo del público que en medio de un día lluvioso llenó el sábado el centro deportivo para cantar y bailar el rosario de éxitos que estos ejemplares hermanos comenzaron a tejer desde aquel 1 de mayo de 1978.
“Los caras duras” lucían rostros felices. Rafa, Toño, Luis y Tony tenían sobradas razones.
Los muchachos de Higu¨ey crecieron en 40 años y una convocatoria así la merecían. Para eso trabajaron sin cesar hasta el presente siglo, cuando la música urbana llegó como un vendaval a dominar las audiencias. Y cuando más fuerte está el reguetón o el dembow, ellos, como soldados de Veldún, se atrincheran en el merengue con “Nuevecita de caja”, “Quiero que me des un like”, “Los hombres de da”, “Dale vieja dale” y una agenda llena de fiestas.
Era regocijante observar que fue público de todas las edades y disfrutaron hasta el final “Las locas”, “Borrón y cuenta nueva”, “El lápiz”, “La cleptómana”, “La dueña del swing”, “La luna coqueta”, “Pecadora”, así como un especial del “Kukito”, Toño, con “Beso a beso”, “Jenny”. “Alegría”…
Con ellos, una orquesta sólida de 15 músicos dirigidos por Antonio González.
El espectáculo, que no tuvo muchos patrocinadores, tenía la fuerza de un sello merenguero de gran fortaleza en el país.
Lo demostró el hecho de que no necesitaron del ardid publicitario de anunciar a sus invitados especiales, Anthony Santos, Johnny Ventura, Ilegales y Víctor Manuelle. Ellos fueron realmente sorpresas. Y muy bien recibidas.
“La dinastía Rosario” logró seguir demostrando la unión familiar que existe entre ellos. Un ejemplo de eso fue la inclusión de Rafely, el recordar al fenecido Pepe Rosario y cuando casi al finalizar, cantando “Cumandé”, llamaron al escenario a su hermana, la otrora bailarina Francis.
LAS BUENAS SORPRESAS
Vladimir Dotel fue el primero en sorprender al público y acompañar a los “hermanos bomba” en el merengue “La Parranda”, y terminar con uno de sus más populares temas: “Chucuchá”.
Las sorpresas no faltaron durante las dos horas y 15 minutos que duró el show. A Vladimir Dotel le siguió el salsero puertorriqueño Víctor Manuelle, quien le acompañó en “La voy a olvidar” (1987) y tras improvisar y declararse dominicano, cerró su participación a ritmo de “Yo no quería engañarte”. Otra de las gozosas intervenciones fue la de Johnny Ventura en “Me tiene amarrao”.
Curiosamente fue el único que no cantó uno de sus merengues.
Mayimbe
Uno de los momentos más emotivos fue cuando los hermanos cantaron “Te seguiré queriendo”, en homenaje a su hermano Pepe, y haciéndose acompañar de Anthony Santos. “El Mayimbe” fue una sensación.