Alejandro Fernández en una noche mágica en RD

Escrito por el 13/06/2016

A golpe de aplausos y produciendo una histeria colectiva para provocar su salida, el cantante mexicano Alejandro Fernández llegó la noche del sábado al salón Filmore del Hard Rock Hotel de Punta Cana para entregar un concierto que fue sencillamente espectacular.

Vestido de negro, con camisa blanca y unas barbas largas, inició a las 9:40 de la noche con ocho músicos a sus espaldas, tres bailarinas, un lugar repleto de personas y una lista de 28 canciones, en donde el llamado Potrillo se paseó por el escenario soltando temas que fueron coreados uno a uno por un público que llegó para verlo cantar.

Cabalgó con los recuerdos de sus fanáticos, trajo temas muy exitosos en el país, y habló en varias oportunidades con sus espectadores a quienes en un momento les pidió desnudar su alma para juntos vivir el concierto íntimo que trajo a República Dominicana.

Un hombre sereno

Su serenidad, su mensaje de amor y de unión familiar hicieron ver en el artista una madurez impresionante, ante unos fans que el pasado año estuvieron en ese mismo lugar viviendo lo que fue la primera llegada de su “Confidencias World Tour”.

“Cóncavo y convexo” y “Se me va la voz” fueron los primeros temas que interpretó el artista, que sigue mostrando en el escenario una disciplina y una seductora voz que le valen para enloquecer a sus fanáticas.

“Me quiero tomar un momento para agradecer a Dios por permitirme estar aquí con ustedes, a mis padres por haber formado una familia de amor, a mis hijos por ser mi motor de cada día, y aquí en el escenario agradecer a mi mariachis grande de México, mis músicos, mi coro, y a todas las personas que no ven que están detrás de toda esta producción, y del otro lado del escenario un aplauso para ustedes, por hacer una noche maravillosa y mágica”, dijo un Alejandro Fernández centrado y muy tranquilo.

Alejandro compartió durante casi tres horas sus mayores éxitos, que iban desde las baladas románticas hasta las clásicas rancheras con los que consolidó nuevamente su presencia en República Dominicana. “Me cantó mi CD entero, no hubo desperdicio, solo le faltó hablar un poco más con el público”, dijo uno de sus fanáticos más fieles, que además reveló tener todos sus discos y seguirlo a todas partes donde se presenta.

“Muy buenas noches, qué lindo volver a estar aquí con mi familia, mis amigos y con ustedes, muchísimas gracias por acompañarme. Pasaremos una noche increíble”, fueron de las primeras palabras del artista, que aunque no paraba de sonreír al cantar, el publico notó que estuvo un poco centrado solo en cantar.

Recuerdo

Al inicio del concierto recordó al fallecido Joan Sebastian y le dedicó el tema “Estuve”, al que le siguió “Qué voy a hacer con mi amor”, “Cuando digo tu nombre”, “Desahogo”, “Mátala”, “Canta corazón”, “Tantita pena”, “Loco”, y otros. Deleitó mostrando en escena la complicidad que tiene con sus músicos y más aún con su saxofonista Isidro, quien dejó ver su destreza con este instrumento.

Fernández se sentó al pie del escenario, y allí, como en una reunión familiar, sus músicos lo rodearon, y desde ese punto dieron rienda suelta a la interpretación de tres de los temas que para el artista son los más conocidos de su catálogo musical: “Me dediqué a perderte”, “No sé olvidar” y “Si tú supieras”.

Un cambio de vestuario, tras una hora transcurrida de concierto, dio paso a su etapa de charro, para, vestido de negro y con sombrero en mano y once mariachis subido al escenario ofrecer sus más sonados éxitos mexicanos.

Pasada la medianoche y tras una despedida a la que siguió el grito de “otra, otra”, que duró cuatro minutos, el cantante volvió al escenario, para regalar ahora un popurrí con temas de su padre Vicente Fernández, los que también fueron coreados.


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